Para que las empresas operen con excelencia, necesitan contar con sistemas robustos que les permitan gestionar su calidad desde el origen.
Entendemos el servicio como un conjunto de actividades que buscan responder a las expectativas de los clientes.
La productividad evalúa la capacidad de un sistema para elaborar los productos requeridos y el grado en que aprovechan los recursos utilizados.
Las personas tienen el conocimiento, las habilidades y actitudes necesarias para que los tres vértices anteriores produzcan los beneficios esperados.